9.- Analiza el contenido de los archivos comprimidos.

Los archivos comprimidos, muy ·tiles por contener en su interior m·ltiples archivos y ocupar menos espacio, son un caldo de cultivo para los virus.

En primer lugar, hay que demandar a nuestro antivirus que detecte el mayor n·mero de formatos comprimidos posible.

Antes de abrir directamente uno de estos archivos, como los de formato ZIP, es aconsejable guardarlos en carpetas temporales -creadas por los usuarios y cuyos ficheros pueden ser posteriormente borrados- en lugar de abrirlos sobre directorios de trabajo, por ejemplo, la carpeta Windows, Mis Documentos, el Escritorio, etc.