GDI y NOD regresan a nuestros sistemas

Texto: Guillermo Sáiz Ruiz


El clásico reciclado

A pesar del éxito cosechado por su predecesor, "Tiberian Sun", se presenta como un reformador de esa panacea —mal— considerada como la fórmula definitiva de diversión asegurada. Todo ello se debe, en parte, a la diferencia de edad. Cinco años en el mundo de la informática es mucho tiempo, y sobre todo si nos fijamos en la evolución del aparato gráfico, donde las tres dimensiones se han consolidado en la práctica totalidad de los géneros. Es en esta cuestión donde radica la principal innovación: la tecnología del Voxel ha añadido una dimensión al universo "Command & Conquer".

Sin retroceder mucho, el tan deseado "Outcast" contaba en su componente gráfico con la tecnología Voxel. El engine gráfico de "Tiberian Sun" parte de una imbricada red de pixeles que se cortan unos a otros, produciendo sensación de volumen.

Esta tecnología consigue recrear las tres dimensiones sin hardware acelerador de gráficos.

En el bando NOD, la estructura generadora de invisibilidad, conseguirá camuflar totalmente a las edificaciones y unidades más próximas. Su actividad no es gratuita, supone un ingente consumo de energía.
ADEMÁS DE CONTAR CON UNIDADES MÁS REALISTAS, EL USUARIO SE PERCATARÁ DE LA AMPULOSIDAD CON LA QUE HA SIDO TRATADO EL TERRENO

Además de contar con unidades más realistas (independientemente de sus liliputienses proporciones), el usuario se percatará de la ampulosidad con la que ha sido tratado el terreno. Este es otro de los puntos de inflexión con el antecesor, donde una sosa capa verde u ocre —aderezada con un río y unos cuantos árboles— servía de campo de batalla, con unas elevaciones totalmente testimoniales e irrelevantes —conseguidas con la introducción del gráfico de un risco en mitad de una llanura—. Ahora el jugador se verá condicionado por lo que se entiende como medio ambiente.

La IA de los anteriores títulos se ha implementado hasta el punto de hacer que en la modalidad de juego ‘Escaramuza’ el jugador contra el ordenador no note la ausencia de un rival humano. Sin ir más lejos, en nuestra primera partida Skirmish tras conseguir un APC enemigo y burlar nuestro perímetro defensivo, soltó un grupo de cinco ingenieros; después cada uno se dirigió a una estructura vital, sólo tres alcanzaron su objetivo, pero acabaron con la base (alcanzaron el recinto de construcción, las barracas y la planta de reciclaje de Tiberium). Nada más apoderarse del control, las enajenaron.

Por último, la plataforma donde corre el programa ha sido fruto de reciclaje: se ha pasado de DOS a únicamente Windows (el programa funciona con DirectX 6.0). Hay que rendirse, una vez más, a las evidencias, quizá la próxima parte haya de ser ejecutada bajo Linux, quién sabe.

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